martes, 19 de julio de 2011

Breve reseña histórica de la lucha sindical en nuestro país

La revolución industrial, se ubica por el año 1775 y unos años después, en 1789 se produce la Revolución Francesa, la cual reivindicaría los derechos del hombre. Pero se produce una situación paradójica, se cree que dado que el hombre es libre, no debe agruparse, ni formar coaliciones de obreros. Pues ello atenta contra la libertad en general y en contra de la libertad de trabajo en particular. Es así, como en la Declaración de los Derechos del Hombre y la ley Chapalier de 1791, se imponen sanciones a todos aquellos que constituyen asociaciones de artesanos, obreros o jornaleros.
Dada la situación planteada y la imposibilidad legal de que los trabajadores se agrupen en defensa de sus intereses, optan por iniciar el movimiento en la clandestinidad, recogiéndose el sentido societario de los gremios.
Sin embargo, ya entrado el siglo XIX, las masas obreras con sus movimientos clandestinos y su ideario sindicalista, comienzan a expresarse en diversas formas, que en un principio se manifestó en forma de huelga con características de motín, posteriormente se da la simple coalición de obreros de una misma fábrica, o diferentes. La última etapa se concreta con la formación de sociedades de resistencia, con objetivos de imponer por coacción moral o física al resto de los trabajadores, al paro colectivo de la especialidad laboral, que culminan con la auténtica aparición del sindicalismo que se Presenta con una estructura más evolucionada, con una rigurosa diversificación de oficios e industrias, frente a la estructura social imperante y que busca un lugar legalmente en el conjunto económico-social de su época.
El sindicalismo en este período, existía de hecho pero no de derecho y su aptitud estaba dirigida a obtener esa conquista y es a la que se orientaba la masa trabajadora. Los años siguientes las jornadas de luchas en las calles la organización en los frentes políticos en la conformación de Partidos de Izquierda y la lucha férrea en las calles, nos trajo como consecuencia la creación de normas universales el establecimiento del respeto al trabajo digno y una Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo, la Negociación Colectiva y el Derecho a Huelga. El principio de libertad de agremiación es logro establecido por la masa trabajadora. Por ello los trabajadores en especial nuestro colectivo obrero afronta en la actualidad con el mismo ahínco la lucha de Clase, absorbiendo nuevos métodos en el desarrollo de nuestra defensa y propuesta hacia la sociedad.  
La historia del movimiento obrero o historia sindical comenzó con la revolución industrial y la democracia moderna, cuando la esclavitud comenzó a ser abolida legalmente y el trabajo asalariado a generalizarse. A menudo se pone como precedente la Revolución francesa, que provocó la quiebra del sistema feudal y el reconocimiento por primera vez de ciertos derechos de la clase obrera.
Durante más de un siglo, la acción colectiva de los trabajadores (sindicatos, huelga, convenios colectivos) fue considerada generalizadamente como un crimen. Es en Europa, y más concretamente en Inglaterra, donde aparecen los primeros movimientos obreros, como el ludismo conducido por Ned Ludd, rompedores de máquinas (1810-1811).
En 1824, por la fuerte presión popular el parlamento británico deroga las Combinación Actas, leyes que prohibían las organizaciones obreras.
En 1829, Robert Owen, uno de los fundadores del socialismo moderno, crea las primeras cooperativas, que eran sociedades industriales de trabajadores.

El movimiento sindical peruano surgió a inicios del siglo XX y empezó a desarrollarse en sus dos primeras décadas. Desplegando una serie de acciones importantes, encaminadas a la conquista de la jornada de las ocho horas de trabajo, esta lucha tuvo como protagonista a la Federación Obrera Local de Lima, que organizó una huelga en 1918, estas acciones de lucha rindieron sus frutos con la expedición del Decreto Supremo el 19 de Enero de 1919, implantando la jornada de 8 horas de trabajo en todo el Perú.

A partir de esa conquista, el sindicalismo peruano ha continuado en su lucha, con la única finalidad de arrancar más derechos a favor de la clase trabajadora, esta lucha ha continuado y sigue vigente a pesar de la persecución y la hostilización desatada por los gobiernos dictatoriales, e incluso por gobiernos llamados democráticos, controlados por la Burguesía.

Como resultado de esta persecución, han asesinado dirigentes sindicales como al Secretario General de Construcción Civil y dirigente de la CGTP Pedro Huillca Teccse, a otros dirigentes los han desaparecidos, y como parte de la hostilización los Gobiernos llamados democráticos no han escatimado en despedir a toda una Junta Directiva, como la del SITRAMUN-LIMA, despido efectuado por un Alcalde que se jacta de ser democrático.

El 30 de Abril y el 1de Mayo de 1929, el movimiento sindical en el Perú logra aglutinarse a través de la creación de la Confederación General de Trabajadores del Perú, propiciada por el gran Amauta José Carlos Mariátegui, está central logró la formación de más organizaciones sindicales en todo el Perú, asimismo impulsó la mayor parte de movimientos huelguísticos y de protesta de aquellos años, la Central fue disuelta mediante Decreto Ley 6926 del 12 de noviembre de 1930.

El 1 de Mayo de 1944, el movimiento sindical peruano, da nacimiento a la Confederación de Trabajadores del Perú, que posteriormente fue asumida por el Partido Aprista Peruano y viene siendo controlada por esta organización.

El 14 de Junio de 1968, se reconstituye la Confederación General de Trabajadores del Perú, como resultado de la búsqueda de una central que sea netamente clasista, esta Central es la que más se ha desarrollado y ha tenido un papel protagónico en la lucha contra la Dictadura Fujimorista de los últimos años.

En el año de 1971, el movimiento sindical peruano de tendencia demócrata cristiano, da lugar a la creación de la Confederación Nacional de Trabajadores, que no tuvo mayor vigencia entre los trabajadores.

En 1972, se da lugar a la constitución de la Central de Trabajadores de la Revolución Peruana, creación que fue propiciada por el Gobierno Militar de ese entonces, con el objetivo de controlar al movimiento sindical peruano, desaparecido el gobierno militar de dicha central podemos encontrar solo el nombre.

El movimiento sindical peruano, tuvo grandes jornadas de lucha, especialmente en su lucha contra la dictadura militar, que desató una indiscriminada persecución de dirigentes sindicales y el despido de miles de ellos, ante este hecho era necesario de dar una respuesta organizada del movimiento sindical que se evidenció en el Paro Nacional de Protesta organizado por la CGTP el 19 de Julio de 1977, el 27 y 28 de febrero de 1978, y el 23 y 24 de mayo de 1978; y en la huelga de los maestros de primaria y secundaria decretada por el SUTEP en mayo de 1978, por ese entonces también comenzó la organización de los trabajadores de la Administración Pública.

Entre los años de 1980 y 1985 el movimiento sindical peruano ha proseguido su lucha, por sus derechos laborales enfrentando esta vez a gobiernos de Belaunde y de García supuestamente llamados democráticos que también han pretendido en desconocer los derechos logrados en las grandes jornadas de lucha.

A partir de los años de 1990, empieza una nueva etapa de confrontación entre los trabajadores y el estado peruano, esta vez representado por un gobierno civil, pero que en esencia era una dictadura cívico militar, que también arrasó los derechos de los trabajadores y despidió a miles de ellos, lo que impulsó que la CGTP jugando un papel protagonista, convocará una serie paros y de movilizaciones, en contra de esta dictadura cívico militar.

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