martes, 19 de julio de 2011

LIDERAZGO EDUCACIONAL

La Educación ha entrado en un proceso de reforma para cumplir las demandas de la sociedad. Las escuelas tendrán que formalizar nuevos objetivos y estrategias para continuar su valiosa contribución hacia la comunidad educativa a la que pertenecen.
Por ello, hace falta lograr que la dirección escolar, junto a los diferentes estamentos de  su comunidad educativa logren que la escuela se convierta en la institución cultural más importante de ésta.
Para cumplir estos objetivos, se requiere hacer del liderazgo educacional una necesidad, tanto en la escuela como en los diferentes niveles hasta llegar a la dirección del país.
En la escuela, el director debe convertirse en líder para que sea capaz de potenciar las mejores cualidades del claustro y con ello, lograr que el recurso más importante de la escuela, que son sus alumnos, reciban una formación completa que la sociedad necesita para que cumplan su cometido, como personas integrales que ayuden a su desarrollo.
El líder educacional está en posibilidades de convertir a sus subordinados que más se destaquen en líderes de sus grupos laborales y  estudiantiles, los que, a su vez, deben luchar por potenciar en ellos el liderazgo.
Con todo este movimiento interno, la escuela se convertirá en líder de su comunidad educativa y en especial, de las familias que tienen sus hijos en esta institución.
Es incuestionable que la escuela tiene el privilegio de trabajar con el recurso más importante de la sociedad, el recurso humano, que ésta pone en sus manos para que, junto a la familia y otras instituciones, formen al individuo que esta etapa necesita.
Por ello es tan importante que el líder potencie en su persona y todos sus subordinados las cualidades socio-psicológicas que tan necesarias son para cumplir su cometido.
Todo lo estudiado alrededor del liderazgo de forma general, puede ser aplicado de forma particular en el liderazgo educacional; pero con mayor importancia y urgencia, por todo lo planteado anteriormente y además, porque la escuela es considerada hoy como una organización social compleja de relaciones e intercambios para la educación de los estudiantes y su influencia en el desarrollo de la comunidad educativa donde se encuentra enclavada.
El líder educacional, para cumplir los cometidos que la entrada del nuevo siglo le impone, debe:
§  Establecer los valores que junto a la cultura institucional sean la base del desarrollo de la escuela, teniendo una extraordinaria importancia su compromiso ético, visión, pasión, integridad, laboriosidad, coherencia y compatibilidad, lo que le permitirá que sea ejemplo de los demás, siendo ésta la única forma de ganarse la confianza de todos.
§  Lograr la participación de todos, ya que la escuela por ser un sistema complejo y abierto, requiere de todos la mayor responsabilidad y cooperación.
§  Debe entender que el compromiso de las personas con las que trabaja e interactúan es de primordial importancia para el desarrollo individual y colectivo. Debe encontrar equilibrio entre ser decisivo cuando es preciso y a animar a los demás a tomar su propia decisión, lo que sólo se logra si elimina los obstáculos que impiden a los seguidores tomar decisiones eficaces por sí mismo.
§  Debe tener un alto conocimiento de sí mismo, de sus posibilidades y limitaciones y con ello, estar dispuesto a aprender de forma continua y permanente para alcanzar su desarrollo y adquirir una amplia cultura, que le permita proyectarse al futuro, lo que sólo va a lograr sí está preparado correctamente. Pero este aprendizaje no puede ser mecánico, sino flexible para poder desarrollar un alto nivel de creatividad, su rol es de crear un ambiente que estimule a asumir riesgos y con ello, lograr el crecimiento institucional y de todos sus subordinados, ya que se debe hacer lo que hay que hacer, más que hacer bien las cosas establecidas.
§  Ser capaz de integrar la visión, siendo el responsable de esclarecer y expresar una imagen común y factible del futuro de la escuela. Esta tarea es complicada; pero provoca entusiasmo, comprensión y compromiso para lograr cumplir las misiones y metas compartidas a través de la innovación constante. Con la participación de todos los miembros de la institución debe lograr enfrentar los cambios.
§  Para el cumplimiento, los programas promueven y se responsabilizan con éstos; pero hace que los demás lo asuman y se comprometan para que cada cual asuma su parte, estimulando y controlando en su gestión a aquel que lo necesita, saber no sólo qué es lo que es necesario cambiar, sino qué es lo que no se necesita. Se debe lograr concepción y apreciación profunda de los puntos débiles; pero también fuertes. Con ello se logra definir los cambios más importantes, cuáles son sus barreras y es necesario saber cuándo es el momento adecuado y para ello, se necesita experiencia, intuición y buena comunicación.
§  Considerar a los individuos bajo su mando, como personas y no como miembros del personal, conocerlos fundamentalmente para tratarlos de forma diferenciada, estimulando sus posibilidades y luchando por superar sus debilidades. Esta es la única forma de poderlos comprometer con los objetivos y tareas de la institución y además incorporarlos de forma activa en su colectivo, proporcionando una relación superior, elevando el sentido de pertenencia y que sientan el orgullo de ser dueños de su escuela.
§  Trabajar en la elección de un fuerte equipo de trabajo integrado por personas con varias características y posibilidades para que en lugar de pedirle a uno solo que maneje todas las contradicciones, lograr que el equipo sea responsable de la acción de equilibrio. Estas funciones deben actuar en armonía más que al unísono. No olvidar que la tarea fundamental es crear energía y visión humana, crear el hombre.
§  Lograr una comunicación eficiente con los demás, en especial con los maestros y alumnos, asegurarse que el mensaje fue comprendido, que si existen estados de opinión se busquen respuestas rápidas y de calidad, que se ejecuta de forma sistemática la comunicación formal e informal ya que se propician las relaciones verticales y horizontales, lo que permite involucrar a todo el personal en el cumplimiento de los objetivos y acciones de la escuela.
§  Debe tener un amplio conocimiento de la institución que dirige, así como de la comunidad, de su entorno para poder definir y proyectar la cultura institucional, la que debe tener su base en la elevación de la calidad de la institución.
§  Lograr que la calidad sea el centro de la cultura institucional, todos deben trabajar por ella, conocer cuáles con sus misiones para hacer de la calidad la forma de actuación de cada uno de sus miembros, para lograr con ello, que la escuela satisfaga realmente las necesidades de su comunidad, que aprenda y se desarrolle.
§  Debe tener una concepción estratégica del desarrollo de la institución y de cada uno de sus colaboradores. Al trabajar con una filosofía del pensamiento y la acción se anticipan y no se dejan asustar por el futuro, desarrollar la reflexión, la perspectiva y la previsión como forma superior de dirigir su institución.
§  Debe lograr el autodidactismo, la autovaloración y el autocontrol como las vías fundamentales del desarrollo personal e institucional, lo que estaría dado por la satisfacción de necesidades y motivos individuales como de la escuela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario